Tras el desbordamiento de la mina de Jales en Bolaños, se realizaron análisis para conocer las cantidades de metales que cayeron al río. Al obtener los resultados se encontraron metales pesados como arsénico, plata, cromo, plomo y selenio por debajo de los niveles máximos permitidos, es decir, no representan ningún riesgo ambiental, afirmó Francisco Javier Silva Castañeda, subdelegado jurídico de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROPEFA) Jalisco.
“Son análisis de laboratorio que nos indican la presencia de elementos tóxicos o de afectación a la salud pública; no los hay; los elementos que se encuentran en los mismos están por debajo de los niveles máximos permisibles en las normas. Entonces eso descarta cualquier problema de salud pública o de contaminación ambiental con motivo de la fractura que tuvo la presa en el derrame que hubo de las 300 mil toneladas aproximadas de lodo que se fueron hacia el río. Eso, obviamente, nos descarta la probabilidad de la presencia de metales pesados y un problema de salud pública”, comentó Francisco Javier Silva Castañeda.
El subdelegado jurídico de la PROFEPA dijo que aun así la empresa minera está obligada a realizar las acciones de restauración por los daños causados en donde se dio la ruptura de la presa, asegurar la estabilización de la misma y presentar el programa de abandono con el que va a trabajar para que la presa quede inerte en el sitio.
El funcionario de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente dijo que el laboratorio es confiable, porque está certificado por la EMA, Entidad Mexicana de Acreditación, y que además cuenta con la autorización de la misma PROFEPA para las mediciones de metales.
El subdelegado jurídico de la PROFEPA dijo que habrá sanciones para la empresa por el abandono de la misma y la multa dependerá de la evidencia de los daños, la cual va desde los 50 hasta los 50 mil días ¿de salario mínimo? por cada una de las irregularidades que se hayan detectado por motivo de la contingencia.
Texto: Yessenia Becerra.
Fotografía: http://www.flickr.com/
“Son análisis de laboratorio que nos indican la presencia de elementos tóxicos o de afectación a la salud pública; no los hay; los elementos que se encuentran en los mismos están por debajo de los niveles máximos permisibles en las normas. Entonces eso descarta cualquier problema de salud pública o de contaminación ambiental con motivo de la fractura que tuvo la presa en el derrame que hubo de las 300 mil toneladas aproximadas de lodo que se fueron hacia el río. Eso, obviamente, nos descarta la probabilidad de la presencia de metales pesados y un problema de salud pública”, comentó Francisco Javier Silva Castañeda.
El subdelegado jurídico de la PROFEPA dijo que aun así la empresa minera está obligada a realizar las acciones de restauración por los daños causados en donde se dio la ruptura de la presa, asegurar la estabilización de la misma y presentar el programa de abandono con el que va a trabajar para que la presa quede inerte en el sitio.
El funcionario de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente dijo que el laboratorio es confiable, porque está certificado por la EMA, Entidad Mexicana de Acreditación, y que además cuenta con la autorización de la misma PROFEPA para las mediciones de metales.
El subdelegado jurídico de la PROFEPA dijo que habrá sanciones para la empresa por el abandono de la misma y la multa dependerá de la evidencia de los daños, la cual va desde los 50 hasta los 50 mil días ¿de salario mínimo? por cada una de las irregularidades que se hayan detectado por motivo de la contingencia.
Texto: Yessenia Becerra.
Fotografía: http://www.flickr.com/
